lunes, 15 de abril de 2013

Los semáforos. Escrito por Esteban Furones Gutiérrez

Los semáforos son dispositivos de señales que se sitúan en intersecciones viales, pasos de peatones y otros lugares para regular el tráfico y el tránsito de peatones. Éstos tienen la misma importancia que las señales verticales de circulación. 

Están formados por los siguientes componentes:
  • Cabeza: Es la armadura que contiene las partes visibles del semáforo.
  • Soportes: Los soportes son las estructuras que se utilizan para sujetar la cabeza de los semáforos.
  • Cara: Son las distintas luces de las cuales están formados los semáforos. En cada cara puede haber desde dos luces hasta más de tres, siendo la de tres luces las caras más usuales.
  • Lente: Es la parte de la unidad óptica que por refracción dirige la luz proveniente de la lámpara y de su reflector en la dirección deseada. 
  • Visera: Es un elemento que se coloca encima o alrededor de cada una de las unidades ópticas, para evitar que, a determinadas horas, los rayos del sol incidan sobre éstas y den la impresión de estar iluminadas.
  • Placa de contraste: Elemento utilizado para incrementar la visibilidad del semáforo y evitar que otras fuentes lumínicas confundan al conductor.
En muchas intersecciones se usan además semáforos peatonales para indicar al peatón el momento seguro para que pueda cruzar la intersección. La mayoría de estos semáforos no cuenta con una luz intermedia entre el verde y el rojo, por lo que normalmente la luz verde o roja parpadea dos o tres veces para anunciar el próximo cambio al rojo.



 Los niños deben conocer perfectamente el funcionamiento de cualquier tipo de semáforo, pero sobre todo el de los peatonales, ya que de la correcta o incorrecta interpretación de éstos depende su seguridad a la hora de moverse por la ciudad.

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