Desde épocas muy remotas, la imagen visual ha sido un
vehículo para la expresión y la comunicación entre los seres humanos. Desde las
imágenes rupestres del hombre primitivo hasta los complejos códigos visuales y
herramientas tecnológicas del mundo actual, la representación visual es un
componente sustancial del desarrollo de la cultura que, a partir de la segunda
mitad del siglo XX, ha adquirido un enorme desarrollo, difusión y alcance.
Esta afirmación no refiere sólo a las expresiones artísticas
más tradicionales, como la pintura, la escultura, el dibujo y el grabado, sino
también a lo que el desarrollo tecnológico ha aportado al campo de la imagen,
como lo es la televisión, la fotografía, el cine, el video, la imagen digital,
y a campos de aplicación de la imagen visual, tales como el diseño y la
publicidad.
Asimismo, la representación visual forma parte, desde edades
muy tempranas, del desarrollo de los niños que encuentran, en sus primeros
grafismos, un modo de dejar huella, de conocer capacidades propias, de
descubrir distintos aspectos del mundo que los rodea, a la vez que una fuente
de placer.
Que los niños conozcan el lenguaje visual tiene como
objetivo central ampliar el desarrollo de capacidades expresivo-comunicativas
de los alumnos mediante el contacto con la imagen y el lenguaje visual para la
creación de sus propias representaciones y para promover un activo acercamiento
al patrimonio cultural de cada región, del país y de otras épocas y culturas.
Desde pequeños, los niños dibujan, pintan y modelan en forma
espontánea con los elementos que encuentran a su alcance. “Hacer imágenes”
generalmente les resulta placentero, les permite explorar el mundo que los
rodea, conocer distintas cualidades de los materiales y desarrollar sus propias
habilidades expresivas y motrices.
A medida que crecen, y si tienen oportunidades de permanecer
en contacto con las Artes Visuales, los niños pueden dominar progresivamente
los distintos aspectos que hacen a la creación de imágenes, profundizando en el
uso del lenguaje visual, de materiales y herramientas para dar forma personal a
sus ideas.
La escuela es un espacio propicio en el cual se pueden
brindar experiencias y situaciones de aprendizaje que permitan a los alumnos:
• Desarrollar sus capacidades de representación y creación
visual, de análisis y de reflexión acerca de los distintos aspectos
relacionados con la imagen.
• Ampliar sus conocimientos en torno al lenguaje
plástico-visual, a su organización y relaciones así como a los procesos de
realización (técnicas, materiales y herramientas).
• Disfrutar de la producción de imágenes y del contacto
sensible con las producidas por otros individuos.
• Valorar sus procesos de realización así como los
resultados obtenidos, reconociendo la diversidad de caminos y estableciendo
relaciones entre el proceso y el producto.
• Comunicar sus propias ideas y tomar en cuenta y valorar
las opiniones de los otros, aceptando sensibilidades y puntos de vista
diferentes del propio.
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